Uniforme que daba sentido a su vida, podía caminar erguido,
con paso altivo e ínfulas de grandeza y poder, hoy es un recuerdo más en un
armario desolado. Quedó en el olvido, y a puerta cerrada solo queda un testigo silente
del orgullo quebrantado.
Poco a poco puede advertir el triste escenario de la vida,
que va quitando en cada suspiro un peso que presiona los sentidos…
Convertida en espectadora de sueños rotos, del pasar del tiempo,
tiempo que reclama entre gritos, gemir y sollozos, pero del que nadie escucha,
da gritos en el desierto de su vida…total, es como hablarle al viento, ese que
siente que la acaricia cuando no quiere y que la lleva en el vaivén del olvido.
Sucumbió el amor, se escarchó la pasión, solo queda el
compromiso, la pena y el temor.
prisionera de los recuerdos (yaniré photography) |
Sintiéndose prisionera del gravamen, del desasosiego, y la incertidumbre…
pero, lo peor es tener la certeza de que recordará una y otra vez el sentirse
desamada y utilizada como a una fulana. Él solo busca satisfacer su apetito y
para cuando termine, ya lo habrá olvidado y querrá tenerle una y otra vez,
mientras las lágrimas recorren amargamente por el silencio de un olvido que
quisiera enterrar.
Ha quedado enmudecida reclamando argumentos donde es la única
que los recuerda, de qué vale aprovechar un instante de lucidez para gritarle a
la cara todo el daño causado, todo ese dolor que desgarra el corazón, corazón que
se ha endurecido a causa del olvido…
Los pensamientos corren a prisa y maquina sentimientos que
no quiere sopesar. Desearía retroceder en el tiempo y haber tenido la fuerza,
la entereza y el valor suficiente para pensar en sí un solo instante y correr
libre hacia la vida, abrazar el amor, ese que palpita fuerte y silente dentro
de su ser, abrazar el sueño del amor y de
la libertad que un día se perdió en los recuerdos de quien ya no puede
recordar.
A veces lo contempla y siente envidia, porque quisiera tomar
su lugar y poder olvidar, lo quiere y lo odia, porque también aflora el recuerdo
de un gran amor, y la humanidad que se hace latente y estremece la bondad junto
a la compasión.
Mezcla de sentimientos que aturden la ecuanimidad, aún queda
un mísero rastro de amor llamado compromiso y lealtad.
Vivir u olvidar…
** De la vida real**
** De la vida real**
Vivir con un pasado tormentoso, lleno de olvido es la triste realidad de muchos.silencio ensordecedor.
ResponderBorrarCierto Judit, vivir un día a la vez, quizás mañana no lo recordemos y todo tiene un propósito aunque no entendamos el hoy.
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