Puerta Cerrada

La fachada de una casa no representa necesariamente lo que hay dentro, cuando realizo una inspección en una propiedad al poner la llave en esa cerradura jamás puedo subestimar lo que encontraré al abrir la puerta.

Hay una historia palpable en cada una de ellas, cada paso al interior es pura adrenalina, no sabes lo que puedes hallar tras cada puerta, closet, recoveco…a veces la oscuridad te llena de temor, hasta los celajes míos me han llevado al sobresalto cuando de repente miro hacia un espejo, jamás me había asustado con mi propia sombra o reflejo. Será que estoy a la expectativa, a veces pienso que tengo espíritu de aventurero, pero otras tan solo descubro que soy una mujer muy asustada.

También nosotros somos como una casa bien arreglada, o todo lo contrario… Podría estar regia por fuera y podrida por dentro, llena de dolor, heridas sin sanar, amargura, frustración, celos, contienda. Ahhhhh!!!! Quizás nadie lo pueda notar con un buen maquillaje, un corte de pelo espectacular, el mejor perfume, los más lujosos accesorios y la ropa de temporada, pero qué tal si al abrir la boca como una puerta cerrada comienza a salir lo que hay dentro, porque de la abundancia del corazón habla la boca.

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