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Amante de las flores |
Desde mi jardín
Un día soleado y caluroso. ¿Qué
podría hacer para que éste no sea uno más y aburrido? Tan solo me queda mirar a
mi alrededor sentada cómodamente en mi terraza, rodeada de gran variedad de
plantas. Una de mis pasiones son ellas, se han convertido en mis fieles amigas.
En
momentos difíciles de mi vida las utilizo como una terapia para mantener mi
mente ocupada. Otras, lloro sobre ellas pidiéndole a Dios que como a las plantas
sacará cada espina de mi corazón para no
tener raíces de amargura y las raíces que ya tenía arraigadas por no descubrirlas,
aceptarlas y entender que debía trabajar con ellas a tiempo, le pedí que las
extirpara para que no fueran tropiezo en mi relación con Él.
Cada
una de mis plantas requiere un cuidado especial, porque cada una tiene su
propia complejidad, como mis amigas.
Las plantas son un regalo de Dios, con un
propósito generoso. Él en su infinita misericordia nos permite disfrutar de
ellas de diferentes maneras, es increíble su diversidad, se visten de gala con
infinidad de formas y colores.
Quizás
muchos no las puedan apreciar porque no pueden ver, pero pueden disfrutar de su
especial e sin igual aroma. Sin embargo, muchas personas no las pueden apreciar
porque simplemente no tienen idea de los que es disfrutar de las cosas simples
de la vida.
Dios
las menciona en su palabra;
LA
ROSA DE SARON
Y EL LIRIO DE LOS VALLES
(La ROSA
simboliza majestad y sufrimiento,
y los LIRIOS amor y
pureza)
Podría
identificar alguna de mis plantas como a una de mis más cercanas y especiales
amigas.
Mi
amiga Glory, es como una rosa; de suaves pétalos, frágil, delicada y tiene
espinas que reflejan el sufrimiento, solo tienes que tomarla con cuidado. Si en
algún momento sientes un pinchazo no es para hacerte daño, es para recordarte
tu vulnerabilidad.
Mi
amiga Wia, ella es como las orquídeas; elegante, gallarda, hermosa y con espíritu
aventurero, favorita para muchos por su rara belleza y se adhiere a cualquier
lugar para crecer con majestuosidad, en su gran mayoría sus raíces largas que
suspenden representando un caudal de conocimiento, sin embargo tan frágil que
necesita de un cuidado especial.
Mi
amiga Tita, ella es como las bromelias; estilizada, fuerte, resistente y
frágil a la vez, se aclimata con gran facilidad, y acumula agua como sus lágrimas,
pero allí donde nadie puede ver está la esencia de un corazón generoso sin
igual como flores de incalculable belleza.
Mi
amiga Anis, ella es como los cactus; fuerte y frágil a la vez, sus espinas son
el resguardo que utiliza para cubrir y preservar. A veces adapta raras y
hermosas formas risadas como la fetal. Aunque es de poca agua y requiere de un
cuidado especial, sus espinas te harán recordar que debes tomarla con afecto
y de ella germinarán las flores más hermosas.
Mi
amiga Jona, ella es como la flor del desierto; cálida, frágil y fuerte a la vez,
de apariencia robusta cuando comienza a crecer, pero justo allí al culminar la
largura de sus presuntuosas ramas emerge una pequeña flor que llama la atención
por su especial hermosura.
Yo
soy como las coronas de Cristo; la descripción de la misma la dejo a su
imaginación a ver si usted puede ver, entender y leer entre líneas.
Cuide
de sus amigas, ámelas como son y cuando vea que su hoja cae simplemente este
allí, Dios le mostrará cuál es el cuidado que necesita en ese momento.