Anónima

Llamada anónima

¡Auxilio!, ¡Auxilio!, por favor vengan a mi casa…

¡Rápido!, ¡rápido!, mi papá mató a mi mamá…

Una noche calurosa, el ruido de un potente abanico y el sudor entre las sábanas de un profundo sueño que desconecta la realidad de los que aún no duermen.

Irrumpe la movilización “inmediata” del cuerpo de policías de Puerto Rico en un pueblo del área sur, unos días antes de la llamada de una niña asustada y desesperada se reportó un asesinato donde un hombre decide terminar con la vida de su compañera a puñaladas.

Medio desnuda y en un profundo sueño siente una luz que aturde la realidad, de momento una voz fuerte y varonil…

¡Policía de Puerto Rico!, ¿Está usted bien?

Sentada como un resorte, con las sábanas ahorcando el cuello y el corazón a galope…

¡Qué pasa!, ¡Qué pasa! ¡Ay Dios Santo, qué es esto!

Esa luz fuerte en su rostro, que se esparció iluminando la habitación, voces desconocidas… Sin lograr comprender qué es lo que pasa. ¿Será una pesadilla? Demasiado real para no ser verdad…

-¿Señora, está usted bien?

Estaba bien hasta que la despertaron de esa manera...

-Han reportado un asesinato en esta casa, necesitamos que salga afuera para corroborar que usted se encuentra bien.

Cuando al fin puede reaccionar a la realidad, se da cuenta que sus hijos también están asustados y preocupados.

Cuando abre la puerta, para su sorpresa había un montón de patrullas estacionadas en dirección hacia la casa, todas ellas con los biombos y las luces apuntando hacia ella, se sintió como una criminal.

Una escena como ésta hace despertar a todo un vecindario, pero solo se veían los "cucubanos" por las ventanas.

La policía realiza la investigación que los lleva a confirmar que la señora se encuentra ilesa  y sola con sus hijos. Ella cuestiona el por qué la han despertado de una manera como esa, en la cual por poco la matan del susto.

Ellos responden que una niña llamó desesperada al cuartel para informar que su papá había acuchillado a su madre y dió la dirección con exactitud.

El mal rato fue algo que duró días, no podía entender qué pasó.

No se informó de ningún asesinato en esos días. Y no podía saber de dónde se originó la llamada, pues la policía de Puerto Rico no tienes sistema de identificación de llamadas…jumm!!!

¡Una dirección exacta!, ¿Sería una broma?

Si fue una broma, fue una de mal gusto, no apta para cardíacos, aún no se sabe qué pasó aquella noche que convirtieron sueños en una pesadilla, lo cierto es que la vida te sorprende segundo a segundo…Pero, también estamos bien seguros, existe la justicia y la vida pasa factura.

Karma