Vanidad de Vanidades
Hermosa es
la gracia y vana la hermosura
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Proverbios 31:30
Vanidad de Vanidades |
La gracia es un regalo inmerecido de Dios, que lo obsequió a sus hijos a través del
sacrificio de la cruz, pero la hermosura es totalmente pasajera y relativa.
Cuando
andamos en Cristo, él de alguna manera va trabajando las áreas que nos aferran
a la vida y una de ellas es el orgullo, el cual a veces vive muy arraigado en
nosotros y nos hace comportarnos de forma cruel y egoísta.
Tanto así,
que tenemos la osadía y el atrevimiento, claro por ignorancia, de mirar a los demás
por encima del hombro. Aparentamos codearnos entre las clases sociales, creyéndonos
mejores que otros porque tenemos estudios, títulos, reconocimientos, posiciones,
dinero y posesiones.
Te tengo
noticias, TODO lo que sube, baja y quizás tengas el privilegio de perder todo
a modo de que puedas entender que más valiosa es la humildad que el orgullo.
Porque Jehová es excelso, y atiende
al humilde, más al altivo mira de lejos. (Salmos 138:6)
Es
importante, prepararse, educarse, mantenerse informado, y ser personas limpias
y ordenadas. Pero, deberíamos procurar serlo por dentro y por fuera. Yo he
tenido la experiencia de dialogar con personas que sus vestiduras y/o
apariencia física no son las más atractivas, pero encuentras que detrás de
ellos hay un caudal de experiencias, vivencias y sabiduría que te hace ver las
cosas desde una perspectiva de vida más profunda.
Si
tienes "TODO" y no adquieres sabiduría que exclusivamente proviene de lo
alto, todo lo demás es una gran pérdida.
Y ciertamente, aún estimo todas las
cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por amor del cual lo he perdido TODO, y lo TENGO POR BASURA, para ganar
a Cristo. (Filipenses 3:8)
En realidad
lo que Dios desea es que nos parezcamos más a él.
Medita en lo
siguiente:
- Dios siendo rey se despojó de su realeza, se quitó su corona y se humilló hasta la muerte.
- Te mostró la sencillez a través del lugar que escogió para nacer, pudiendo elegir el más ostentoso de los palacios, prefirió un pesebre.
- Él pudo presentarse ante nosotros como un hombre de gran “prestigio”, pero prefirió pasar casi desapercibido.
- Pudo proyectar su intelecto escogiendo una de las profesiones más importantes de aquella época, pero escogió la profesión de carpintero.
- Siendo dueño, podía tenerlo todo a sus pies, más sin embargo nos enseñó que vino a servir y no a ser servido.
Y nosotros que vivimos por la inmerecida gracia
y por su gran misericordia, que podemos dar cada respiro, poseer bienes
materiales, dizque por nuestro gran esfuerzo, no podemos reconocer que él es
quien nos coloca en el lugar donde nacemos, es quien nos otorga la inteligencia
y los talentos. Pero al final todo eso que nos permite alcanzar es para devolverlo
a él con gratitud, dando por gracia lo que por gracia hemos recibido, a fin de
otorgarle toda la gloria y toda la honra a él, por lo que nos permite alcanzar
en este corto trayecto de la vida.
No sabemos cuánto nos durará la comodidad en la
que vivimos para que entendamos que nuestra vida en un momento dado pueda
convertirse como la de Job y al final poder apreciar y atesorar las cosas
simples de la vida, que son las que tienen verdadero valor.
Desnudo
salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dió, y Jehová
quitó; sea el nombre de Jehová bendito. (Job 1:21)
Deberíamos entonces ser más agradecidos de
todas las bondades que nos permite tener y dejar de estar viviendo de las
apariencias, envueltos en el glamour, corriendo detrás de las modas y las
corrientes de este mundo.
La moda es toda una trampa de publicidad y de consumismo
que hace a las personas vivir embrolladas para poder estar al último grito de
la moda. Se nos pasa que no hay nada nuevo, todo va y viene, y se repite…
¿Qué
es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se
hará; y NADA HAY NUEVO debajo del sol. (Eclesiastés
1:9)
Concluyo con un pensamiento que mi padre,
Edmundo solía decir y jamás olvidaré.
“TODOS cargamos una bolsita llena de excremento
y no la podemos dejar en casa, todo lo contrario la tenemos que llevar a todos
lados. O sea que algunos en vez de ser “come mierdas”, más bien cargan con ella”.
2 Corintios 4:16:
Por tanto,
no desmayamos; antes aunque este nuestro HOMBRE EXTERIOR se va desgastando, el INTERIOR
no obstante se renueva de día en día.
"Yo que
fui una mujer llena de orgullo, altivez y soberbia. Ahora doy gracias a Dios
por el privilegio de llevarme a conocer lo que es la humildad para apreciar las
cosas simples de la vida".