Vida

Estar quieta y de momento…

Fue un segundo, se movió rápido, repentinamente, y te dejó inmóvil….

Al instante, surgen tantas interrogantes, ¿qué sería eso que sentí? ¡wow...nunca había sentido algo así!, por lo tanto es una sensación única, desconocida, un tanto extraña y desconcertante.

Sentir como algo corre dentro de ti, es algo que no siempre se siente, yo diría que es un hermoso privilegio.

Pasa tiempo para entender lo que pasó…

Solo una mujer puede entenderlo, es algo que nunca podrás olvidar, y no todas las que han tenido el privilegio de ser madres, han experimentado esta extraordinaria y única sensación.

De varios embarazos, solo dos veces lo sentí, por eso puedo compartirlo.

No es lo mismo cuando tienes que esperar aproximadamente a partir de la semana 14 de gestación, para sentir esa vida moviéndose dentro de ti.  

¡Claro, es algo maravilloso!

Pero ese primer movimiento del embrión es totalmente diferente. Imposible de describir con palabras, es algo súbito y fugaz.

Agradecida de Dios, por permitirme vivir esa experiencia única e imborrable.

Dios en su inmensa misericordia nos otorga el hermoso privilegio de cuidar de su hermosa creación. 

Dios mismo es quien nos ha formado en el vientre de nuestra madre: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre, mi embrión vieron tus ojos” (Sal. 139:13). Dios nos ha escogido desde antes de la fundación del mundo, para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo (Ef. 1:4-5).

Son un regalo de Dios, pero lo que harás con ellos será tu mejor regalo a Dios.

¡Que viva la vida!