¿Quién no ha mentido alguna vez?
La respuesta a mí entender es TODOS.
Algunos le llaman una mentira
piadosa, cosa que se contradice, veamos qué quiere decir piedad. La piedad no quedará sin recompensa y podemos verlo en: 1 Timoteo 4:7-8
Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más
bien, ejercítate en la piedad, 8 pues aunque el ejercicio físico trae algún
provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para
la vida presente sino también para la venidera
Otros le llaman una mentira blanca, cosa que también se
contradice, blanco es el color que significa pureza.
Hay infinidad de razones para mentir en un momento dado, y
de alguna manera u otra todos o la gran mayoría caemos en esta trampa.
Lo cierto es que la mentira se puede volver un patrón de
vida, y una mentira trae otra, tras otra.
Hay personas que tienen esto tan
arraigado que es un estilo de vida, donde añaden, quitan, exageran y lo peor de
todo es que hasta se las creen.
Por lo regular son personas muy elocuentes, son astutas,
maquinadoras, porque para crear una “buena mentira” requiere creatividad, algo
de inteligencia para no contradecirse y una gran habilidad de manipulación.
Alguien me confesó una vez…
“Te he dicho tantas mentiras que no caben en el océano” ¡Dios
santo!
En ese momento fue la confesión de una persona ebria. Pero,
“dicen que los ebrios no mienten”.
Pasaron muchos años y resultó que el océano se hizo pequeño
para tanta mentira.
Vivir con una persona mentirosa es vivir una pesadilla
constante. Cuando la persona te habla tú
piensas…
¿Cuál será la parte
que es verdad?
¿A cuál parte le
estará añadiendo?
¿Dónde estará la
verdad escondida de todo esto?
¡Que madre!
Lo cierto es que si pasas mucho tiempo con un embustero,
te vuelves un experto en un detector de mentiras.
La mentira se vuelve como un tornado que va cogiendo fuerza,
crece y puede levantar lo más pesado y lo lleva dentro de sí dando vueltas y
vueltas, destruye todo lo que encuentra a su paso y tiene la habilidad de
multiplicarse.
Es como si concibiera pequeños
tornados, más grandes, con más fuerza y mayor velocidad. Lamentablemente alguien
pudo estar tan cerca de él, que de alguna manera buscó emularlo.
Imagínate que
ese poderoso tornado, una fuerza que viene con suspicacia, sin avisar, y sigilosamente
como León rugiente buscando a quien devorar. Después de
haberse llevado todo lo que encontró a
su paso, amigos, vecinos, matrimonio, ministerios, en fin puede dañar todo lo
que está a su alcance, inclusive las personas que más ama, o más bien, las que
no supo cómo amar.
El tornado
cuando se mueve con furia destructiva como la mentira va arrojando precipitosamente
de un lado a otro todo lo que arrancó o movió con su poder, estos caen en el
lugar menos inesperado y algunos no quieren ser como él porque sufrieron el
tormento de estar girando en medio de ese gran torbellino de que causó
profundas heridas.
Tan profundas
que tardan en cicatrizar, pero aún de las más dolorosas heridas podremos sacar
algo bueno, la esencia que te hará madurar y aprender a levantarte de los
golpes y crecer como mejor ser humano.
Recuerda que
lo que no te destruye, te hace más fuerte.
Pero otros
aprendieron que eso es normal, lo que llamamos una conducta aprendida y
comienzan a ser pequeños tornados con los cuales hay que lidiar de otra manera.
Entonces se
necesita recurrir a las fuerzas del que creó los fenómenos de la naturaleza,
quien es el único que podrá darte la paz en medio de la tormenta, pero teniendo
en cuenta que el tornado de la mentira lo crea el ser humano.
Necesitas del
discernimiento que proviene de lo alto para poder ver la mentira, la sabiduría
para lidiar con ella y quien tiene toda la potestad y autoridad para sacar
todas las cosas a la luz, porque nada quedará oculto.
Por otro lado
si tenemos problemas con la mentira, hay solución. Dios jamás
rechaza un corazón contrito y humillado, debemos reconocer nuestras faltas, nuestras debilidades y pedir perdón. Dios en su inmensa misericordia irá ayudándonos a
salir de este mal que tanto daño hace.
Si gusta puedes leer:
Éxodo 23:7
Salmos 5:6
Proverbios
13:5
Romanos 1:25
Efesios 4:25
2
Tesalonicenses 2:11
Apocalipsis
14:5