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El Nido Vacio |
Solo una madre sabe que se siente cuando uno de sus
polluelos empieza abrir sus alas, aún no ha levantado el vuelo y sientes que te
vuelca el corazón. Entonces quisieras detener el tiempo para que no crezcan y
se vayan de tu lado.
Pero sabes que aunque lo has pensado y lo has sentido, debes
asimilarlo, porque precisamente nuestra función como padres es procurar darle todas
las herramientas necesarias para cuando llegue ese momento. El mismo que te
impulsó a volar un día.
El tiempo pasa tan a prisa o en realidad vivimos tan de
prisa “entretenidos” en tantas cosas “importantes”, que no nos damos cuenta de
la realidad que acontece a nuestro alrededor y sorpresivamente miramos a
nuestros hijos y nos preguntamos...
¿Pero en qué momento creció?
¡Dios Santo! Cuanto tiempo perdido…
Aceptar que es ley de vida,
es un proceso, es una etapa de duelo. ¡No es fácil! Pero es necesario.
Los vemos partir de diferentes maneras, pero siempre estará
en el recuerdo, los momentos que lamentamos no estar a su lado. Ese mismo
tiempo que te hará vivir nostalgias que no puedes alterar, así que sería mejor
llenar la mente de los hermosos recuerdos, esos son los que debemos atesorar, los
mismos que mantendrán viva la esperanza, ya que no hay marcha atrás…
Pero, si aún quedan
hijos en tu nido, te diría lo siguiente;
Lo mejor es enriquecerse de cada instante que la vida te
ofrece en el ahora y mostrarles cuanto los amas y lo importante que son en tu
vida.
No pongas las cosas materiales por encima de lo que en
realidad ellos necesitan. Nuestros hijos necesitan que sean suplidas sus
necesidades básicas, pero lo que anhelan y piden a gritos…esos que están sumergidos
en el silencio de su interior.
Aprende y enséñales el atesorar las cosas simples de la
vida, que son las que en un futuro, cuando la vida los golpee, los harán ser fuertes
y más humanos. Podrán enfrentar la vida con gallardía y tomar decisiones sabias
y esto a su vez lo legarán a sus hijos.
Los mejores regalos vienen ya envueltos en un profundo
sentir, regálales una caricia, un abrazo, un detalle, un te quiero, un te amo, y
decirles lo orgulloso que estas de ellos, resalta sus fortalezas e ínstalos a
mejorar sus debilidades sin quitarles su valía.
Si aún tuvieras poco tiempo, ese poco debe de ser de calidad
y no permitir que los afanes del día, los quehaceres del hogar, el trabajo, la televisión
y la tecnología invadan y desvalijen ese espacio único, pues el tiempo muere
cada segundo y jamás podrás recuperarlo.
Todo el mundo debe tener una agenda, estas no son diseñadas únicamente
para los “grandes empresarios”, los padres tienen algo más que una gran
empresa, en sus manos está la invaluable tarea de moldear, capacitar y guiar lo
que serán los hombres y mujeres del futuro, sobre si pesa la gran responsabilidad que deberían
estar basadas en principios y valores.
¡Atrévete!
Agenda en mano, así cuando surja un compromiso para ese día,
podrás decir orgullosamente que ese día ya está comprometido para un evento de
suma importancia que no puedes cancelar.
Que nuestra familia ocupe el lugar que merece.
Cuando llegue el momento de alzar vuelo, de seguro esas alas
estarán fuertes y preparadas para enfrentar la vida y en algún momento
extrañarán el calor del nido y volverán a buscarlo para abrigarse por un tiempo
y volver a emprender vuelo con más fuerza.
Ellos no nos pertenecen, son de la vida misma y volarán tan
alto como tú le hayas fortalecido sus alas.
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